Traduce mis entradas

jueves, 21 de junio de 2012

LA BODA DE JULIA Y CARLOS (I PARTE)

En la actualidad, las bodas se han convertido en complejos actos protocolarios que exigen una preparación muy profesional. Yo me atrevería a decir incluso que, probablemente, una boda sea el más importante evento de carácter social que existe hoy en día.



Carlos y Julia, querían que su boda fuera la mejor, que la organización fuese buena y elegante, que los invitados lo pasasen bien y que cuando todo el mundo se fuera a su casa, lo hiciese hablando a las mil maravillas, y debo decir que así fue. En este día tan feliz para la pareja, TODO resultó ser un completo éxito.



El rito de la boda se sustentó en las típicas tradiciones que se derivan del desarrollo del ceremonial: banquete, vestido de los novios, salida de la casa, coche, comida, baile, viaje de novios, etc.


Al salir de casa hacia la iglesia, los novios viajaron en vehículos diferentes, ambos engalanados, acompañados de sus respectivos padrinos.



Julia estaba bellísima ese día. Acudió a la ceremonia con el tradicional traje largo blanco. En el día de su enlace, en el que fue la protagonista indiscutible, iba como pienso que deben ir las novias: con un traje muy clásico y el pelo recogido. Llevaba además unos pendientes fantásticos. 


El novio, de traje oscuro, como manda la tradición, entró del brazo izquierdo de la madrina, minutos antes que la novia, y aguardó impaciente de pie en el altar la llegada de la futura esposa.

La madrina lucía un elegante vestido corto, por debajo de la rodilla, con manga al codo, tocado, bolso de mano y zapatos de salón.


La madre de la novia, también muy espectacular, con un llamativo conjunto en color rojo y como joyas, unas perlas.



La comitiva de los novios hicimos nuestra entrada en la iglesia una vez que hubo llegado el vehículo de la novia y antes de que ésta pusiese los pies en el suelo.

 

Julia tomó el brazo derecho de su hermano, que en esta ocasión era el padrino y, portando en la otra mano un precioso ramo de flores, entró en la Iglesia de San Pedro de Gijón al son de la marcha de Mendelssohn, con Miriam y Pablo al órgano.



En su comitiva, se incluían las niñas, portadoras de las trece arras, símbolo religioso del compromiso de la pareja de compartir los bienes y deseo de abundancia.

Los novios y padrinos se colocaron en el altar (él a la derecha de ella). Para ayudarla con su complicado traje, la madrina se situó a la izquierda de la novia y el padrino a la derecha del novio. La misma distribución se guardó para las familias: los familiares del novio, en los bancos de la derecha, según se mira al altar y los de la novia, a la izquierda.


 

En el desarrollo de la boda, los novios introdujeron alguna variante personal para romper la frialdad, con piezas musicales y algunos discursos. Concretamente, resultó muy emotiva la intervención de Sarita, la abuela del novio, en la que leyó un discurso relativo a cómo se conocieron y qué aspiraciones tienen.


Otro de los momentos más emotivos de la ceremonia se produjo cuando los novios se colocaron los anillos, una vez bendecidos por el sacerdote y tras el Interrogatorio o escrutinio y el Consentimiento. Carlos impuso a Julia en el dedo anular el correspondiente aro, en cuya parte interior figuraba grabada la fecha del enlace y el nombre, y viceversa. Seguidamente, procedieron a la entrega de las arras, la Oración de los fieles, la Bendición de los esposos, el Padrenuestro y la Bendición Final.


Finalizada la ceremonia, los recién casados salieron ya juntos; delante, el padrino y la madrina.  



Tras recibir una lluvia de arroz y pétalos por parte de los invitados en el exterior de la iglesia,
todos pudimos felicitar entonces a los nuevos esposos y dirigirnos posteriormente al restaurante en los autocares habilitados al efecto. Julia y Carlos se trasladaron directamente en el coche de la novia, rumbo al BAL HOTEL SPA.




Para informarnos de nuestro asiento y que supiésemos con quiénes íbamos a estar, se utilizaron unos paneles indicadores acompañados de una relación por mesas.

 

Todas fueron muy representativas, dinámicas, divertidas y NADIE se aburrió, ya que el criterio de ordenación elegido por los novios fue muy acertado.


Tras el delicioso aperitivo de bienvenida, que sirvió para que todos nos saludásemos entre sí, para que los novios departieran unos instantes antes del inicio de la comida con todos y para que los presentes se informasen de su asiento, los asistentes accedimos al comedor. Primero los invitados; después, los miembros de la mesa presidencia y, finalmente, los novios. 


En el banquete nupcial, los novios y los padres de éstos, se sentaron en una mesa de presidencia en un costado de la sala para ser perfectamente vistos por todos los invitados, sin dar la espalda a nadie, y el resto de invitados, en mesas redondas de 6-8-10 en cada una. Los novios (ella a la derecha) presidieron la mesa, y a sus lados se colocaron los padrinos y sus correspondientes consortes.





No obstante, los novios y los padrinos, preocupados en todo momento por sus invitados, tras servirse el segundo plato, ya andaban dando vueltas por el comedor.


Los novios, al entrar, recibieron de manos del Maitre una copa de cava para cada uno con el fin de hacer un brindis simbólico.




A los postres, después del momento de la tarta, partida por los nuevos esposos y una vez servido el cava Brut Nature Dominio de Tharsys a todos, celebraron otro brindis.



El novio y la novia se pusieron de pie y, pronunciando unas pocas palabras imprivisadas, brindaron.

 


Una vez más, Sarita, volvió a tener mucho protagonismo, respondiendo con otro brindis con el que consiguió meterse a los asistentes en el bolsillo y desenado felicidad a los novios.

Acabado el suculento postre de almendra y avellana con helado de yogurt, los novios se levantaron y recorrieron las diferentes mesas para interesarse por sus invitados.

 


El baile fue iniciado por Carlos y Julia con un vals.



 

 

Un minuto después, se incorporaron los padrinos y el resto de invitados. En este primer baile, novios y padrinos se intercambiaron la pareja a mitad de canción. Esa fue la señal para que todos nos sumásemos al baile. Y a partir de ahí... llegó la diversión,






amenizados por NacheteDj.


Respecto de la vestimenta, comentar que los invitados teníamos libertad para ir como quisiésemos, ya que en la invitación no se había especificado etiqueta alguna, así que, por encima de todo, fuimos en base a nuestro propio gusto. No debemos olvidar que era un día de lucimiento. 



 Si bien es costumbre en nuestro país que los hombres vayan de traje oscuro y camisa lisa en tonos claros y las mujeres de traje de cóctel, con un vestido un poco por debajo de las rodillas.





También hubo muchas que nos atrevimos con pequeños tocados, auqnue la mayoría iban muy bien peinadas, sin tocado.




Os prometo, que en cuanto Eduardo Jubindo (cámara en mano) me haga llegar sus fotografías, prepararé un nuevo post con los mejores estilismos de la boda.

12 comentarios:

  1. Que entrada mas chula y currada!
    Yo es como si hubiera estado allí!! XD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Disfruté enormemente redactándola, a modo de recordatorio y como regalo especial para los novios.

      Eliminar
  2. Me requete-encanta tu vestido!!! aunque no soy partidaria de ir con algo blanco de invitada pero qué preciosidad de vestido!
    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¿Si? Muchísimas gracias. Este lunes, voy dedicar una entrada especial a mi estilismo, explicando el por qué de mi elección, que espero encarecidamente, resulte de tu interés. Un abrazo.

      Eliminar
  3. Yo tambien estoy de acuerdo, salvo que sea una boda ibicenca.El ir de blanco a una boda , desluce a la novia que és la única protagonista
    .

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La novia estaba bellísima. Hacerle sombra hubiese resultado imposible. Por cierto, el próximo martes voy a publicar un post especial sobre estilismos ibicencos que espero resulte de tu agrado. Un abrazo y gracias por visitar mi blig y opinar con criterio y respeto.

      Eliminar
  4. qué guapa ibas!! yo en breve tengo tres, asi que ya me puedo poner en plan con la ropa, no tengo absolutamente nada pensado!!! un beso vida

    http://talkingaboutfashion-beatrizfernandez.blogspot.com.es

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Tranquila, mujer. Que con el estilazo que tienes, y el buen gusto que te caracteriza, en una tarde lo hacer. Un beso.

      Eliminar
  5. Estoy totalmente de acuerdo contigo en que la boda fue maravillosa. Tambien es cierto que todo el mundo iba según su estilo lo cual me parece un acierto en estos momentos en que todo se vuelve etiqueta. Sin embargo discrepo de las niñas de las arras, ya que las arras fueron portadas por una niña, pero como sin duda recordaras los anillos los llevó un niño rubio y muy guapo, aunque si bien es cierto no llegaron al altar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es cierto. Acabo de caer en la cuenta... je, je, je. Recuerdo además que yo estaba sentada al lado del pasillo y vi entrar a un precioso niño rubito, muy gracioso, que se detuvo más o menos, a mi altura y que no quería continuar avanzando... fue graciosísimo. Estaba para comérselo. La niña, también riquísima, era algo mayor e iba detrás, ¿correcto?.

      Eliminar
    2. si correctisimo, Maria.

      Eliminar
  6. Ibas guapísima, espero que pasaras un día inolvidable. Yo tuve una hace unas semanas de una prima y la verdad es que fue inolvidable. La pena es que con mi marcha a Chile me pierdo otras dos súper especiales, pero espero que el cambio merezca la pena ;)

    ResponderEliminar