La semana pasada fui convocada para un casting organizado por una asesora de moda & personal shopper gijonesa para desfilar el día 15 de septiembre a las 20:00 horas en la primera "Fashion Night" de Gijón; un desfile en el que estaba previsto que participasen distintas tiendas, importantes firmas y diseñadores de la ciudad con sus colecciones de invierno y que iba a tener lugar en la Sala Acapulco del Casino de Asturias. Por supuesto, antes del desfile, habría parada obligatoria para posar en el "photocall", habitual en este tipo de eventos, etc. Para entrar al recinto a presenciar el desfile sólo iba a ser necesaria invitación, pero para obtenerla, no haría falta cumplir ningún requisito, simplemente pedirla con cierta antelación ya que dicha entrada sería gratuita.
La cosa prometía...
La cosa prometía...
Tras tres intensas jornadas de casting, la organización del evento me comunicó que había resultado ser la elegida para cerrar la pasarela del día 15, poniendo el broche final a la "Fashion Night", vestida de novia.
De hecho, el último día, quisieron verme desfilar luciendo un vestido de novia, que, por cierto, conseguimos en tiempo record (de ahí que en las imágenes aparezca sin planchar). De paso, aproveché para hacerme unas cuantas fotos con el móvil, ya que no llevaba la cámara encima, pero no quería perderme la oportunidad de inmortalizar un momento tan especial y de poder mostraros después mi atuendo.
El peinado, también en tiempo record, fue obra de mi amiga Ale, del salón de peluquería y estética Almina, colaboradora habitual en varios de mis proyectos, quien, una vez más, volvió a hacerme un favor personal, al peinarme de esta guisa, logrando captar al instante el estilo solicitado por los miembros del jurado y llevarlo a la práctica en unos minutos.
Hasta aquí todo genial...
Pero, cuál es mi sorpresa cuando esta semana, al ojear la prensa, descubro que las ofertas de trabajo que realizó una supuesta empresa catalana, ITO Models, cuyo representante también había participado como miembro del jurado, acompañado de su equipo de producción de cinco personas, comprometiéndose con dos jóvenes del casting, Diego Fernández-Arango, de 23 años, y Patricia Sánchez, de 33 años, a un contrato profesional de un año con el Grupo Zeta, con unos ingresos elevadísimos, desfiles en la pasarela Cibeles con David Delfín, y fotos para las publicaciones de Elle y Vogue, han resultado ser falsas.
Pero, cuál es mi sorpresa cuando esta semana, al ojear la prensa, descubro que las ofertas de trabajo que realizó una supuesta empresa catalana, ITO Models, cuyo representante también había participado como miembro del jurado, acompañado de su equipo de producción de cinco personas, comprometiéndose con dos jóvenes del casting, Diego Fernández-Arango, de 23 años, y Patricia Sánchez, de 33 años, a un contrato profesional de un año con el Grupo Zeta, con unos ingresos elevadísimos, desfiles en la pasarela Cibeles con David Delfín, y fotos para las publicaciones de Elle y Vogue, han resultado ser falsas.
Fueron los propios jóvenes los que descubrieron que estaban ante un posible fraude e incluso alertaron a otras personas que trabajaban para esa empresa desde hacía pocos días, que ni siquiera habían cobrado y que, incluso, estaban poniendo dinero de su bolsillo.
De hecho, estuvieron haciendo sesiones fotográficas durante dos días en Gijón, en lugares como el Acuario o en el Muro de San Lorenzo, ligeros de ropa; trabajo que, supuestamente, formaba parte de la relación profesional que se les había prometido. Les habían comentado que este lunes tenían ya que irse a Madrid para empezar a hacer cursos y trabajar. Primero les habían dicho a los modelos que se iban a trasladar en avión, en un billete que les iba a mandar su presunta empresa. Luego, en tren. Y, posteriormente, les pidieron que viajasen por sus propios medios, que adelantasen el dinero, porque no les había dado tiempo a gestionar los viajes.
El fotógrafo que había trabajado en las sesiones, tampoco había cobrado por sus servicios... Todo era muy extraño. Incluso el chófer llegó a reconocerles que llevaba adelantados 2.000 euros de su bolsillo para gasolina.
Diego y Patricia no esperaron y acudieron el lunes a la Policía a explicar lo que les estaba ocurriendo. Los agentes localizaron la ficha del susodicho enseguida y les dijeron que tenía antecedentes y que era un especialista en cometer fraudes en distintos puntos de España, pero que no podían denunciar porque no habían firmado nada todavía y aun no se había incurrido en ningún delito.
Según tengo entendido, Diego y Patricia han decidido también renunciar a participar en la Fashion Night de Gijón, prevista como os decía para el 15 de septiembre, en vista de la mala experiencia que han vivido estos días, aunque después de todo lo acontecido, no creo que finalmente se lleve a cabo.
Espero que, al menos, su trágica experiencia nos sirva a todos para aprender que no debemos apresurarnos a ir a un casting sin tener plena seguridad de que se trata de una agencia oficial, profesional y segura en donde se respete la integridad de la modelo y sus derechos y para sospechar de las supuestas agencias de "cazatalentos" como ITO Models, cuya imagen comunicacional no sea transparente y cuyo representante se muestre demasiado interesado desde un principio, con todo tipo de promesas constantes de mucho dinero y éxito.
Y, por supuesto, antes de posar en una sesión de fotos, recordad que es necesario formalizar un contrato donde se especifique el tipo de fotografías que se van a realizar, el uso que se va ha hacer de las mismas, en qué medio serán distribuidas y por cuánto tiempo.
Es una lástima que una iniciativa tan buena como la que ha tenido esta empresaria gijonesa se haya visto enturbiada por un incidente tan desagradable.