Hoy me gustaría hablaros de la visita relámpago que hizo mi amiga Cristina el mes pasado a Estambul, la ciudad más grande y occidentalizada de Turquía, con motivo de su asistencia al Congreso Internacional Anual de la Sociedad Europea de Reproducción Humana y Embriología (ESHERE), que se celebró en esta impresionante ciudad durante los días 1, 2 y 3 de julio.
El día previo a la jornada de inauguración del Congreso, Cris aprovechó para hacer turismo, como si de un viaje al pasado se tratara, en esta histórica y animada ciudad situada entre dos mares, el Mar de Mármara y el Mar Negro; entre dos continentes, Europa y Asia; y entre dos mundos, el tradicional y el moderno, que alberga monumentos extraordinarios, y se dejó seducir por sus paisajes naturales; concretamente, por las vistas al atardecer del Bósforo y del Cuerno de Oro, desde la azotea del Restaurante Badú.
Cristina, lució para la ocasión una camiseta y un pantalón de Blanco; pendientes de Laga y colgante de Tous:
Estambul ha sido y es un crisol cultural y étnico. Por consiguiente, entre sus encantos turísticos, hay numerosas mezquitas, iglesias, sinagogas y palacios históricos dignos de visitar en la ciudad, como el Palacio de Topkapi, construido por el sultán Mehmed II, centro administrativo del Impero Otomano y que en la actualidad alberga un museo. Destacan las colecciones de trajes imperiales y armas.
Entrada al Harem:
Casa típicas otomanas en los exteriores del Palacio:
Al fondo, la Mezquita Azul situada frente a la iglesia de Santa Sofía; es la única de Estambul que posee 6 alminares. Destacan las vidrieras que fueron un regalo de Venecia:
Mezquita Azul. Para entrar hay que cubrirse cabeza, hombros y piernas. Aunque te dejan telas para ello, es muy cómodo llevarse una pashmina para tal fin:
Iglesia de Santa Sofía. En un principio fue católica, luego una basílica ortodoxa y, posteriormente, se convirtió en mezquita; actualmente es un museo:
Cisternas de la basílica; recintos subterráneos donde se acumulaba agua. Destacan 2 columnas con las cabezas de 2 medusas en sus bases:
Torre de Gálata, al pie del puente Gálata; restos de la antigua fortificación de la colonia genovesa de Constantinopla. Actualmente se puede subir y se tienen unas vistas del Bósforo y Estambul, muy similares a las del restaurante Badú:
Puente Gálata, con la torre Gálata al fondo:
El outfit: camiseta de Lacoste, pantalón corto de Massimo Dutti y bailarinas de Zara.
El tranvía es un medio de transporte público muy común, y esta es una de las primeras líneas que recorren lo que ahora es una calle peatonal:
Piscina del hotel Hyatt:
Paseo en barco por el Bósforo, de camino a una cena privada organizada por el laboratorio Biosperm, en el Palacio de Verano:
El outfit: camiseta de pailletes, y pantalón de Blanco; zapatos de Mustang.
Bazar de las Especias, donde se pueden encontrar todo tipo de especias, dulces y demás productos típicos de la ciudad:
Y vosotras,
¿os habéis planteado un viaje a Estambul?
¿Os ha gustado el estilismo de Cristina para callejear por esta ciudad caótica y serena a la vez?
Qué recuerdos! yo estuve hace poco y me encantó!
ResponderEliminarUn post muuy chulo
besos
Muchas gracias por el post. Me ha encantado. Se nota que lo has hecho con mucho cariño. Claro que a mí nunca me han gustado las fotos, y se nota porque yo no tengo tanto estilo como tú para posar. Un abrazo
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