Hoy quiero compartir con vosotras
mi viaje a Safi, una impresionante ciudad que, aunque goza de gran popularidad entre los marroquíes, es
prácticamente desconocida para los turistas extranjeros.
Desde
Mery Trendy
os invito a sumergiros conmigo en este mundo extraño, para participar
desde vuestra casa en un viaje que resultará especial y único, durante
el cual surgirá la sensación de que estamos persiguiendo las huellas de
un antiguo secreto, sobre una vida mucho antes de nuestro tiempo.
¿Queréis acompañarme a descubrir esta perla del Atlántico?
También conocida como Asfi, Safi se extiende al borde del Atlántico, al fondo de una bahía rodeada de acantilados. Está a unos 210 kilómetros al sudoeste de Casablanca y cuenta con cerca de 380.000 habitantes. Es la mayor de las cinco ciudades costeras del Atlántico.
Me gustaría hablaros de los principales atractivos de esta ciudad
histórica de origen incierto que para algunos historiadores se remonta
al S. XII, cuando los almohades crearon un importante centro cultural y
religioso, en tanto que otros le dan aun un origen más antiguo y afirman
que fue el primer punto de mar alcanzado por el conquistador árabe Oqba
Ibn Nafi, en 683.
Aquí tenéis algunas sugerencias, que sin duda os ayudarán a la hora de planificar vuestro itinerario de viaje por Safi.
1- Comencé mi recorrido acercándome hasta el Castillo del Mar, una pequeña fortaleza construida por los portugueses en 1523, que conserva viejos cañones
fundidos en España, en Holanda y en Portugal. Fueron estos últimos
quienes destruyeron la vieja ciudad en el s. XV y construyeron las ahora
famosas murallas para proteger su conquista, dejando una huella para siempre en el paisaje urbano de Safi.
2- Otro de los puntos de interés, de visita obligada, me llevó al extremo oriental, a otra fortificación, la Kechla, que actualmente alberga el Museo Nacional de Cerámica, desde 1990. Precisamente, la alfarería de Safi, de fama internacional, es una de sus señas de identidad. Safi es una de las
capitales marroquíes de la cerámica,
con su producción en pleno desarrollo, que la convierte junto con Fes,
en el principal centro de producción de vasijas de Marruecos. Sus
cerámicas, de alta calidad, se venden por todo el país y en muchas
partes de Europa. Este museo local, adaptado en una antigua fortaleza
portuguesa construida en el S. XVI, existe en su honor.
3- Después de visitarlo, subí hasta la terraza del edificio para admirar la vista sobre la ciudad, la Medina y el Puerto. Y es que Safi es el principal puerto pesquero del Atlántico,
y uno de los puertos más atractivos de pesca de sardinas de todo el
mundo, además de una próspera ciudad industrial y una de las de mayor
proyección económica de Marruecos. A ello contribuye la gigantesca
planta de procesamiento de fosfatos al sur de la ciudad y el enorme
complejo industrial dedicado al procesamiento de sardinas que la
convierte en el primer exportador mundial de este producto. Fue en el S.
XX cuando, gracias a la pesca industrial, la ciudad resurgió,
abriéndose un enorme mercado para
los
pescadores y desarrollándose una gran zona industrial a raiz de la
extensión y modernización del puerto. Un dato de interés: Safi tiene el banco pesquero de sardinas más grande del mundo.
4- Pese a ser un importante centro pesquero e industrial, en la actualidad es más conocido, y destaca sin embargo entre los turistas, por el primoroso trabajo de sus alfareros. Por esta razón, también me acerqué hasta el Barrio de los Ceramistas.
Al norte de la Medina, fuera de las murallas, se encuentra la Colina de los Alfareros. Aquí se puede admirar el trabajo de un centenar de artesanos
y observar todo el proceso siguiendo las pautas de la artesanía
tradicional: aljibes donde se remueve la arcilla, talleres en los que
los artesanos moldean y esmaltan los objetos, el proceso de cocción en
los antiguos hornos de leña, y pequeños locales para su exposición y
venta. Se producen todo tipo de objetos labrados al torno:
cuencos, jarrones, platos, así como tejas y azulejos verdes, que coronan
buena parte de los edificios representativos del país. Los artesanos son auténticos artistas;
charlé con ellos y descubrí a unos fantásticos personajes, de lo más
vario pinto, llenos de leyendas y ricos del saber popular, que
transmiten sus usos y costumbres a través del tiempo, mientras moldean
originales piezas de arcilla. Si os acercáis hasta aquí, tendréis sin
duda la tentación de comprar alguna pieza, como por ejemplo, una
original vasija de color azul profundo, que plasma en ella el azul del
océano; un producto típico de la ciudad, de renombrada fama. La riqueza
de la artesanía de Safi basada en estas vasijas y cerámicas, sumerge sus
raíces en una tradición que ha permanecido en el tiempo. Son objetos a la vez bellos y prácticos, heredados de una precia transmitida con pasión de una generación a otra. La característica principal es que todos son hechos a mano, con
máquinas y herramientas que han mantenido su tradición, lo que confiere
a cada realización un carácter de pieza única y de una autenticidad
perfecta.
Podría afirmar por tanto, que la importancia económica de Safi es triple: sus sardinas, sus fosfatos y la cerámica.
5- En la zona baja de la ciudad, se encuentra la vieja Medina, de nuevo cercada por murallas portuguesas del S. XVI. La Medina es la parte más antigua de Safi;
llena de contrastes, mezclándose lo sublime y lo mísero, donde el
visitante se envuelve de espectáculos cubiertos de intriga. Cargada de
historia, invita a quedarse durante un tiempo para empaparse de ella y
conocerla. Penetrarla invita a experimentar sensaciones pasadas, y
caminar por sus calles y pasadizos, se convierte en una aventura
inolvidable que inspira cuadros de olores, contrastes, formas… El encanto y aventura
de la Medina es perderse por ella. Por sus callejuelas se mezcla la
muchedumbre mientras los tenues rayos asoman, creando un paisaje
deslumbrante. En las calles, la moda occidental convive a diario con los trajes más tradicionales.
Las chilabas son usadas de forma indistinta por hombres y mujeres. La
mayoría son tejidas en la lana o algodón, materiales naturales para
estos trajes amplios, en los cuales el cuerpo respira y se siente bien,
sobre todo en verano. Si bien las de los hombres son más sobrias y
simples, las que utilizan las mujeres son casi siempre verdaderos
atavíos. Existen aquellas para la vida diaria, y otras para las grandes
ceremonias. Las babuchas también son usadas por ambos. Las de
color blanco o amarillo están reservadas más bien a los hombres y los
modelos más coloridos están destinados a las mujeres. Un recuerdo ineludible para llevar de regreso en nuestro equipaje. En su parte sur, detrás de la Gran Mezquita, la Medina alberga la capilla portuguesa, instalada en lo que fue el coro de la catedral, en 1519.
6- Otra curiosidad arquitectónica inesperada en este lugar es una especie de olla gigante (Le grand tagine), que preside una de las plazas más transitadas de la ciudad. Esta gigantesca pieza de cerámica,
decorada por los mejores artistas alfareros de la ciudad, es única en
el mundo. Con 6,30 metros de diámetro y 4,5 de altura, tiene capacidad
para albergar hasta 3,5 toneladas de
sardinas. Fue presentada a los habitantes de Safi en 10 de Junio de 1999.
7-
Además de ofrecer la triple atracción de los antiguos edificios
portugueses, un puerto muy activo y una ciudad viviente, con una medina
muy popular y su famoso barrio de orfebrería, Safí también seduce a los enamorados de las playas hermosas y el mar. Aquí uno puede pescar,
navegar con vela o practicar el surfing, y es que Safi se encuentra
clasificado como uno de los topten mejores “spots” de surfing del mundo. Mi siguiente parada me llevó a recorrer las playas de Safi. Kilómetros
y kilómetros de arena y de dunas que se enfrentan a las olas del
océano. Un verdadero paraíso para los amantes de los espacios naturales
ilimitados. Ya sea que os guste bañaros en familia o realizar
actividades físicas como el jet-ski, el kite surf o la veliplancha,
aquí podréis disfrutar serenamente de todos los placeres náuticos, para
unas vacaciones oceánicas de ensueño. Además, la suavidad del clima,
permite gozar de estos paisajes idílicos a lo largo de todo el
año. En estos grandiosos paisajes donde las dunas de arena se pierden en
las olas, nos dejamos tentar por una sensación de bronceado al sol.
También os propongo elegir un paseo romántico a pie, a caballo o en camello, a lo largo de uno de los litorales más bellos que existen y disfrutar plenamente del aire vivificante del océano.
8- Después de un día de lo más completo,
turno para relajarme, y qué mejor forma de hacerlo que en uno de los confortables hoteles de Safi, donde
se pueden encontrar hoteles de todo tipo: urbanos para el viaje de
negocios, en la playa, con encanto, en la naturaleza, con actividades
complementarias (deportes, aventura, cultura), familiares… vosotras
decidís.
Siempre
se ha pensado que el amor y los viajes son las dos cosas más
apasionantes del mundo, y me ha encantado compartir con vosotras, al
menos, una de ellas. Hasta el próximo viaje, amigas.