La hora mágica de las campanadas se acerca y con ella, la noche más esperada de los 365 días del año. Y, para celebrar un evento de tal magnitud, este año me había propuesto conseguir un aspecto más deslumbrante, realizando previamente algunos tratamientos de belleza, para poner mi piel a punto y estar perfecta para despedir al 2012 como se merece y darle la bienvenida al 2013.
Pues bien, para entrar en el nuevo año con buen pie y mejor cara, luciendo un rostro más joven y un cuerpo diez, recurrí, una vez más, al centro de belleza integral Piaceri, situado en la calle Doctor Aquilino Hurlé de Gijón, donde me recomendaron uno de los tratamientos médico-estéticos más avanzados y efectivos del momento: la radiofrecuencia facial; una técnica realmente innovadora que ayuda a regenerar sustancias que son imprescindibles para mantener la piel tersa y joven (el colégeno y la elastina, entre otras).
Ya había tenido ocasión de hablaros de este centro la semana pasada cuando os conté en qué consistía el tratamiento capilar "Secretos del agua" que allí me aplicaron para devolverle a mi cabello su color y sedosidad natural, ya que, tal y como os expliqué entonces, a lo largo de este mes, los eventos sociales para celebrar la Navidad junto con amigos, compañeros de trabajo y familia, están ocupando la mayor parte de mi tiempo de ocio y quería recibir estas entrañables y divertidas fiestas con un aspecto fresco y saludable en todos los sentidos, para estar radiante en aquellos actos y cenas que próximamente tengo previsto celebrar.
Pero, al igual que la otra semana me centré más en la parte de peluquería, hoy quería resaltar la parte estética, enseñaros las cabinas en las que trabajan
y compartir con vosotras la magia de los tratamientos que recibí a base de técnicas rápidas y poco invasivas; un ritual de belleza que inicié el viernes y terminé el sábado, pues el tiempo para comenzar a cuidar mi imagen antes de Nochevieja apremiaba.
y compartir con vosotras la magia de los tratamientos que recibí a base de técnicas rápidas y poco invasivas; un ritual de belleza que inicié el viernes y terminé el sábado, pues el tiempo para comenzar a cuidar mi imagen antes de Nochevieja apremiaba.
Primero me sometí a un tratamiento detox, para eliminar toxinas, aunque existen otros muchos a relizar, dependiendo de cómo tengamos la piel, como por ejemplo, el antiaging, que frena el envejecimiento o el iluminate, que, como su nombre indica, ilumina la piel.
En mi caso, nos decantamos por éste en concreto porque queríamos eliminar de mi rostro los residuos sintéticos acumulados por la cosmética tradicional y purificarlo en profundidad, reduciendo el exceso de grasa. Para ello, utilizamos los productos (el limpiador, la crema, etc.) de la casa "Secretos del agua" a los que yo he bautizado como "mágicos", ya que una de sus principales ventajas es que los restos no necesitan ser retirados con agua, sino que se deja que actúen libremente en la piel.
Lo cierto es que esta terapia natural consiguió además de unos resultados visibles desde el primer momento, hacer que me introdujese en un mar de relajación y paz, lo cual no suele ser tarea fácil; no sé si sería por la buena selección de música de fondo que estaba sonando, cuidadosamente elegida, o por las piedras calientes con las que trabajaron. El caso es que cada uno de los detalles ayudó bastante.
Después de limpiar mi cara, cuello y escote, me sometí a radiofrecuencia facial; un tratamiento enormemente sencillo. Primero me echaron una mascarilla que me serviría a modo de "base" para luego aplicarme la radiofrecuencia.
El aparato emite unos pequeños pulsos, imperceptibles e indoloros, para estimular a mi piel a regenerarse, reducir las inevitables arrugas, corregir y mejorar las irregularidades de color y la flacidez cutánea.
El sábado volví para hacerme un tratamiento corporal completo de aromaterapia con productos 100% naturales de la prestigiosa marca ALQVIMIA, el referente de la alta cosmética, que, desde sus inicios, ha sabido combinar tradición y modernidad a través de la perfecta armonía de sus fórmulas magistrales elaboradas a partir de sustancias únicas, muy complejas, con enormes propiedades cosméticas y terapéuticas.
No se me ocurre una mejor manera de esculpir la figura, reducir volumen, quemar grasas localizadas, reafirmar, drenar y tonificar la piel.
Su fragancia me dio el placer de sentirme como una verdadera reina por dentro y por fuera y de disfrutar de su poder nutritivo, así como de sus efectos rejuvenecedores.
Lo cierto es que, gracias a la utilización de estos aceites esenciales como elementos fundamentales, salí de allí con la piel más hidratada y tersa que nunca.
No se me ocurre una mejor manera de esculpir la figura, reducir volumen, quemar grasas localizadas, reafirmar, drenar y tonificar la piel.
Su fragancia me dio el placer de sentirme como una verdadera reina por dentro y por fuera y de disfrutar de su poder nutritivo, así como de sus efectos rejuvenecedores.
Lo cierto es que, gracias a la utilización de estos aceites esenciales como elementos fundamentales, salí de allí con la piel más hidratada y tersa que nunca.
Y vosotras,
¿ya estáis preparada para deslumbrar esta noche?