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lunes, 9 de enero de 2017

10 CONSEJOS PARA IR DE REBAJAS


Tras las navidades y el paso de los Reyes Magos, comienza la época de rebajas y con ella otro tipo de regalos; los regalos "self service" o autoregalos, aprovechándonos así de os grandes descuentos de uno de los momentos más anhelados para las amantes de la moda.
 
Ays… Las rebajas… qué gran momento del año. Cómo nos brillan los ojos cuando vemos ese cartel en rojo de 50% de descuento. Aunque las de enero son las más puñeteras, porque muchas hemos cogido unos kilillos durante las fiestas, desembocando en Reyes con una talla más.

Lo que está claro es que comprar en rebajas es siempre un reto: aglomeraciones, colas eternas en el probador y en la caja, incluso avalanchas… buscar aquello que queremos, encontrar nuestra talla… y un sinfín de periplos que a veces tenemos que hacer para sacar el mayor partido a las compras con descuento sin que nuestra tarjeta empiece a temblar.

Así que, tranquilas, porque voy a facilitaros 10 consejos para afrontar con éxito la época de rebajas, de manera responsable, eso sí, y triunfar. Es decir: comprar mucho, bien y barato. 

Se trata de una serie de recomendaciones que sirven de recordatorio para todas aquellas que esta semana quieran adentrarse en el mundo de las rebajas en busca del chollo definitivo (si es que aún no lo han hecho a lo largo del fin de semana).

Antes de lanzarse...

1. Fijar un presupuesto: la mejor forma de controlar el gasto es, sin duda, poniendo límites. Haced las cuentas (y examen de conciencia) para saber lo que os podéis gastar durante el periodo de rebajas. Es la mejor manera de dejar a un lado las compras superfluas y apostar por aquello que de verdad importa. Conclusión: destinad una cantidad concreta de dinero para las rebajas, un tope máximo a gastar. No se trata de gastarse hasta el último céntimo de ese presupuesto, sino de aprovecharlo al máximo y no derrocharlo. Por tanto, tratad de que sea una cantidad sensata, que realmente os podáis permitir. 

Un buen truco es dejar la tarjeta de crédito en casa y llevar sólo el efectivo que queráis gastaros, o una tarjeta de débito con un saldo acorde a vuestro presupuesto. Así evitaréis "caer en la tentación" y que vuestro bolsillo se resienta a final de mes. Conclusión: mejor cash. 


2. Hacer una lista de imprescindibles y recurrir a ella para que no os deslumbren las ofertas y caigáis en lo que yo llamo el "efecto locura" de las compras impulsivas: no hay mejor manera de acordarse de lo que realmente deseamos en nuestro armario sin perder el rumbo que llevando todo bien apuntado en un papel o incluso en nuestro Smartphone (ahora existen muchas apps gratuitas que permiten hacer una "wish list" previa). Luego... repito: hay que hacer un inventario exhaustivo de todo lo que se os pase por la cabeza, por orden de prioridad; es decir, de necesidad a capricho, para tener muy presente cuáles son vuestros "must-have" e ir directas en busca de todo lo que necesitáis en poco tiempo. Esta es la mejor manera de evitar comprar cosas que realmente no os hacen falta y que después no vayáis a utilizar y sólo ocupen espacio. Y antes, razonad ¿Lo necesito realmente? Para que luego no os entren remordimientos.


3. Trazar una ruta de shopping con las tiendas específicas, antes de poner un pie en la calle para economizar vuestro tiempo: haced un recuento de aquellas tiendas que no os queréis perder; especialmente aquellas que no os podéis permitir de forma habitual y estableced un orden de prioridad pensando primero en las más solicitadas. Ya que es preferible realizar el mismo día todas las compras para cumplir el presupuesto preestablecido.


4. Invertir en un clásico: no os dejéis llevar por las tendencias pasajeras en exceso (que luego os las comerás con patatas) y apostad por esas prendas y accesorios inmortales de gama media/alta a los que no tenéis acceso normalmente. Básicos de calidad a los que luego les vais a sacar partido. Prendas clave de fondo de armario, como por ejemplo: un buen abrigo (este otoño ha sido muy atípico, con unas temperaturas muy altas y el invierno prácticamente acaba de llegar, así que aún tendremos unos meses para amortizarlo), jerseys de cashmere, jeans, una camisa blanca, camisetas, un bolso "best seller" (que no hemos adquirido antes por su elevado precio), unos zapatos de piel, un LBD, ropa deportiva (con el nuevo año son muchos los que se proponen apuntarse al gym y las rebajas son una buena opción para adquirir el equipamiento deportivo necesario). Y luego ya, a partir de ahí, algún chollete de temporada como caprichín.

Mucha gente espera a las segundas rebajas, donde ya hablamos de descuentos de hasta el 60 y el 70%. Pero, hay que tener cuidado porque muchas veces, si una se espera demasiado, ya no quedan tallas o las prendas deseadas.


5. No dejar de probarse todas las prendas: Un hábito típico en rebajas es evitar los probadores. Esto supone llevarse uno o varios artículos si habérselos probado antes y… el típico pensamiento: "Si no me vale, ya lo devolveré", casi nunca suele acabar cumpliéndose, ya que seguidamente se nos viene a la cabeza este otro: "Total, por 8€ que pagué, no me merece la pena… me cuesta más el parking y la gasolina…" Así que para evitar almacenar ropa con etiquetas en el armario que jamás vamos a estrenar, hay que probársela tranquilamente en la tienda, hacer cola, no estresarse y ver si realmente nos gusta como nos sienta.


6. ¿Cuándo? Mejor entre semana: La mayoría de los centros comerciales cierran a las 22h, por lo tanto, si tenéis tiempo, lo mejor es ir entre semana y evitar las aglomeraciones de los findes. Esto os permitirá comprar con mucha más calma. Los mejores días son los lunes, los martes y los miércoles. El jueves ya suele haber más gente. Pero si entre semana no podéis escaparos a las rebajas y os toca ir en sábado, entonces aún podéis usar la carta de ir a primera hora (más tarde es un calvario), así aprovecharéis un poco la tranquilidad mañanera para comprar de forma más rápida y tranquila. Las mejores horas, de 10 de la mañana a 12 o a la hora de las siesta, de 14 a 16h.


7. Conservar todas las facturas: es normal acabar pasando de las perchas a la caja sin pasar por los probadores para ahorrarse colas o cambiar de opinión en casa tras tomar una decisión precipitada por las prisas. Guardad todos los tickets para poder cambiar aquello que no deseáis sin disgustos ni lamentaciones por si al llegar a casa cambiáis de opinión o encontráis algún defecto o pega y tenéis que reclamar.


8. Ir cómodas: tan importantes son las prendas que compráis como las que lleváis puestas. Un calzado adecuado que no os impida deambular durante horas, un abrigo práctico que podáis quitaros y poneros con facilidad, un bolso bandolera que os dé movilidad, una cartera sencilla y bien ordenada... Aunque parezca una tontería, no lo es para nada. Un día de rebajas significa largas colas, probarse la ropa deprisa y corriendo, esperas innecesarias, largas caminatas… Si eres mujer, di adiós a los tacones y cálzate unas deportivas o un zapato cómodo, a los monos y demás prendas difíciles de llevar. La rapidez es clave en el probador.


9. No dudéis, just do it: en estas fechas hay que tener las cosas muy claras y no dejar espacio para la indecisión. Si deseáis algo pero no lo tenéis demasiado claro o pensáis que aún podéis conseguirlo más barato, llevároslo a casa porque dentro de unas horas es muy probable que desaparezca para siempre.


10. Ir menzalizadas: El mismo consejo que se da a la hora de ir al supermercado "nunca vayas a hacer la compra con hambre", se aplica también al mundo de las compras. Ir a las rebajas con una mentalidad compulsiva es el peor enemigo de cualquier compradora. Ir de compras no es la "jungla", aunque a veces lo parezca. Asumid las rebajas con dignidad y cargaros de paciencia. Tomároslo con calma y disfrutad. ¡Ah! Y no vayáis con toda la familia. El acto de ir a una tienda en plenas rebajas de enero ya es estresante de por sí, así que no lo convirtáis en algo peor llevándoos a toda vuestra familia para que vean cómo os probáis la ropa. Puede ser agobiante para ellos y para vosotras. Lo mejor es que vayáis solas o bien acompañadas (ya me entendéis).


¡Bueno, pues ahora ya sólo os queda lanzaros a conseguir los mejores productos al mejor precio! Recordad: consumo ético, inteligente y no compulsivo. Con criterio.

6 comentarios:

  1. pero que ganas de rebajas tengo!!! menudo mono

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  2. Jajajajjaja un post muy útil! Eso sí, los básicos o los llamados artículos de continuidad normalmente no los rebajan nada, no son listos ni na!

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    1. Cuánta razón tienes, Paola. Los básicos que suelen sacar a relucir son los de la temporada de verano, ahora en las rebajas de enero y viceversa. Pero yo aún así aprovecho y me los llevo a casa igualmente, que nunca se sabe cuándo se van a volver a necesitar.
      Besos.

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  3. Gracias, Rebeca. A ver si yo también me los aplico... Jajajaja.

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