El pasado jueves día 1 de marzo, mis compañeras de máster y yo, hicimos una visita al Ayuntamiento de Oviedo. El punto de encuentro fue la puerta principal en la que, a las 16:30 horas, Don Enrique Fernández, ex jefe de Protocolo del Ayuntamiento, nos estaba esperando para encargarse de guiarnos en la visita.
Ya en el interior, pude fijarme con detalle en los adornos de las paredes que albergaba el Vestíbulo Principal, mientras que Don Enrique nos expliacaba su procedencia, así como en la placa conmemorativa cuyo texto recoge que el Príncipe Don Felipe ostenta el título de Alcalde Honorífico de Oviedo.
Continuamos la visita subiendo a la primera planta, no sin antes
detenerme en la escalinata, frente a un tapiz que, pese a no estar datado, es sabido que
se remonta a comienzos del siglo XIX, al ser empleada la tela de
saco para su elaboración, que posteriormente sería sustituida por el terciopelo.
Y ya desde la primera planta, pude apreciar mejor las vidrieras del techo,
o algunas de las vitrinas que contienen en su haber obsequios hechos al Ayuntamiento.
Pero, sin duda, una de las cosas que me encontré en el interior y que más me llamó la atención, no es otra que uno de los símbolos de todo ovetense, el carbayón. Carbayón es el gentilicio de los habitantes de Oviedo en recuerdo a un árbol que fue durante muchos siglos símbolo de la ciudad. Un carbayón es un roble asturiano, un árbol que era sagrado para los antiguos astures y cántabros. Dicho árbol se conserva en una vitrina en el Ayuntamiento. Es una curiosa y no muy conocida visita que recomiendo hacer.
Si bajamos la vista, nos daremos cuenta de que estamos pisando una bellísima alfombra de la Real Fáfrica de Tapices.
Y tras esta primera toma de contacto, llegó el momento de pasar a recibir unas nociones básicas sobre la entrega de medallas de oro, plata y bronce, y los títulos de hijo adoptivo e hijo predilecto, así comolos honores al Alcalde y los concejales. Dicho taller práctico fue impartido por el propio Don Enrique, que nos concedió el privilegio de sentarnos en unas majestuosas sillasde un llamativo color rojo, mientras escuchábamos también cómo se organizan las bodas civiles en el Salón Príncipe, donde tienen lugar las ceremonias, por ejemplo.
Finalmente, accedimos al Salón de Plenos, donde nos explicó en qué consiste la Toma de Posesión del Alcalde y todo el proceso que se ha de seguir, desde quiénes se sientan en la mesa presidencial, qué lugar ha de ocupar el nuevo Alcalde, sus familiares y las personalidades más destacadas a las que previamente se han de invitar, así como los concejales, la prensa y el púbico, el orden de los discursos, el sistema de votaciones, etc. También nos mostró cómo se optimizaba el espacio trayendo, por ejemplo, para ese día unas sillas cedidas por el Teatro Campoamor, de dos alturas, para ocupar la primera y la segunda fila, respectivamente y retirando los bancos del fondo para colocar más sillas, destinadas al público en general.
Y aquí estoy yo, con Don Pelayo a mi derecha, al fondo del salón.
Y vosotras, ¿habéis visitado alguna vez el Salón de Plenos del Ayuntamiento de vuestro municipio?
