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miércoles, 2 de julio de 2014

NATIONAL PARKS

Tras abandonar Las Vegas (cuyas aventuras os relataba en el blog ayer y anteayer aquí y aquí) y antes de llegar a nuestro hotel en el pueblo de Mammoth Lakes, donde haríamos noche, quisimos comprobar si en realidad Death Valley (El Valle de la Muerte) era el lugar más caluroso del mundo, como aseguran los científicos, así que, sin pensárnoslo dos veces, en poco más de dos horas y desafiando al incesante sol, nos plantamos en la parte más baja, caliente y seca de Norteamérica. Por supuesto, antes de aventurarnos por estas tierras inhóspitas y desoladas, nos aseguramos bien de tener la botella y el depósito llenos.


Nos bajamos del coche (botella de agua en mano, como veis) en Badwater, el punto más bajo de todo el hemisferio oeste (a 86 metros por debajo del nivel del mar). Ese día tuvimos suerte: tan sólo estábamos a 49º C (el récord está en 58,1).


Por supuesto, nos encontramos con un cielo azul, sin una sola nube (la tónica habitual durante casi todos los días del año) que hacía que la inmensa llanura de resplandeciente sal blanca brillase aun más, si cabe.

Camiseta: Tienda local.
Shorts: Venca.
Calzado: Quechua (Decathlon).
Gafas: Hartford (Navarro Óptico).
Gorra: Tienda local.

Del calor abrasador de Death Valley, partimos rumbo a nuestro próximo destino, Mammoth Lakes (como os indicaba al inicio de esta entrada), una creciente ciudad de estaciones de esquí rodeada de la belleza y majestuosidad alpina, próxima al Parque Nacional de Yosemite, que visitaríamos al día siguiente por la mañana.



Jumpsuit denim: MotuFashion (aquí).
Torera denim: Mango.
Cinturón: Stradivarius.
Botas de piel con flecos: Exé (Nimu).
Gafas: Backflip (Navarro Óptico).
Borsalino: Penélope Boutique.
Pendientes y pulsera: Blanco.

Nos alojamos en un motel muy cómodo y acogedor con instalaciones bastante modernas y piscina climatizada al aire libre, a escasos 5 minutos de la zona montañosa de lagos conocida por el mismo nombre que la región.



A la mañana siguiente, madrugamos para explorar el Parque Yosemite, conocido por sus hermosos arroyos cristalinos, profundos valles, cúpulas de granito, magníficas cascadas, inmensos prados, viejas secuoyas y cientos de especies salvajes.



Algunos puntos (clásicos para cualquier visitante), ofrecían una vista panorámica de todo el valle y de las tierras de los alrededores.


Otro de los sitios más emblemáticos dentro del Parque, Yosemite Falls, fue una de nuestras paradas imprescindibles. Con 2.425 pies, estas cataratas son las más altas de América del Norte.



También visitamos el Bosque Mariposa (Mariposa Grove) de secuoyas gigantes, uno de los árboles más altos (unos 100 metros)  y de mayor longevidad del mundo (unos 3.000 años) que, cómo ya os estaréis imaginando, no sólo no captó toda mi atención sino que me impresionó.


Fijaos en cómo se expanden en abanico las raíces de este árbol (no es de extrañar, ya que han de brindar una base estable para poder equilibrar su enorme tronco).

Forro polar: Quechua (Decathlon).
Camiseta: Compañía Fantástica.
Shorts: venca.
Calzado: Quechua (Decathlon).
Gafas: Hartford (Navarro Óptico).
Gorra:Tienda local.

¡Un día más, una jornada perfecta!

4 comentarios:

  1. Que pasada de viaje!!!!!

    Me encanta!!!

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    1. ¿Verdad que sí? Mi marido llevaba mucho tiempo planeándolo y, al final, todo salió muy bien.
      Un abrazo.

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  2. que bonitoooo siempre me quedo con ganas de ir a ver esto :( besitos

    www.elenkolr.com

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    1. Es impresionante, Lara. El bosque de secuoyas gigantes me dejó sin palabras.
      Un abrazo.

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